viernes, 18 de diciembre de 2015

Montar una pequeña granja

Hace tiempo que no escribo en este blog, siento mucho la tardanza, pero espero poder volver a la carga con más posts. En este os hablaré de montar un pequeño corral en el que criar lo que queráis.
Hago esta entrada especialmente para aquella gente que viva en una casa con patio o tenga chalet, ya que si vives en un piso o una casa cerrada es difícil que encuentres espacio para animales, pero si lo consigues, perfecto. Yo recomiendo que cuidéis gallinas porque os dan huevos prácticamente todos los días y no son caras de alimentar y demás.

Lo primero que debo decir es que necesitáis de un lugar cerrado en el que tenerlas cuando no las vigiléis, ya sea un gallinero montado con palos y malla de acero o con un cercado bien diseñado en la parcela de un chalet. No os fiéis, las gallinas vuelan mejor de lo que parece y pueden ser muy huidizas. Si no tenéis un espacio abierto que consideréis seguro para cerrarlo, podríais tenerlas cerradas en un gallinero, siempre con un tamaño adecuado para no descuidar el bienestar del animal y con suficiente luz natural. Un pequeño terreno cerrado de tres metros de lado por dos y medio de altura es suficiente para unas 30-40 gallinas, siguiendo, como dice avicultura.scienceontheweb.net , unas 4 gallinas por metro cuadrado. Aunque yo, personalmente, tengo tres gallinas (y tres pollitos, gracias a un gallo poco paternal al que hemos aislado) para 5 o 6 metros cuadrados, porque son huevos solo de consumo familiar, así que tener 30 gallinas para uno mismo es algo excesivo.
Por otra parte, las gallinas también necesitan de un lugar en el que descansar resguardadas del frío, que bien puede ser como una especie de casa chata o un par de palos bajo el techo del terreno para gallinas (mi gallinero y espacio para gallinas es el mismo y está bajo el techo de la terraza).
Este tamaño sería suficiente para tener
unas tres-cuatro gallinas bastante cómodas.
Además, tener un gallo en compañía de ellas trae bastante problemas, pues su canto puede molestar a los vecinos, que podrían llegar a vías judiciales (a mi no me ha pasado, pero he tenido que encerrar de noche al gallo en una caja de casa para que no se oiga) y haría que los huevos estén fecundados, que, aunque tener pollitos es una gracia, el objetivo del gallinero es obtener huevos, no criar gallinas.

Las gallinas son unos seres muy adaptables, comen prácticamente de todo, así que al pienso que consigáis en alguna tienda podríais añadirle cualquier resto vegetal que sobre en casa. También es recomendable que las gallinas tengan verde que picotear a su gusto.

Por último, también quiero deciros que es una experiencia gratificante el ver que el trabajo de cuidar a las gallinas trae sus frutos al ver que empiezan a poner, además, por haberlo hecho tú mismo y estar en mejores condiciones, los huevos saben mucho mejor que los típicos de supermercado. Os animo a, si tenéis espacio, hacer vuestro propio gallinero y cuidar unas cuantas gallinas, que pueden convertirse en buenas mascotas de la familia.

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