viernes, 16 de enero de 2015

La primera "R": Reducir

La primera de las tres "R", Reducir, es la más importante y es en ella en la que nos vamos a centrar en esta entrada.

Reducir consiste en, como bien define esta palabra, disminuir la cantidad de bienes que consumimos. Estos bienes pueden ser cualquier cosa, desde electricidad hasta plástico. Y sus ventajas son inmensas. La sobreexplotación y la contaminación son los efectos que más dañan el planeta y los que más se solucionan si aplicamos la R de Reducir. Es bastante simple de suponer porque la sobreexplotación se produce por la excesiva extracción de recursos y la contaminación, por el aporte de materiales nocivos al planeta. Por ello, reducir es el principio básico de cualquier ecologista o persona consciente que se precie. Y otra ventaja más fácil de ver es que también nuestro bolsillo lo nota, pues al reducir nuestro consumo de materiales, pagamos por un menor número de materiales y eso se traduce en una reducción del dinero gastado.



Hay muchas formas de aplicar esta R a nuestra vida cotidiana y aquí voy a decir unos cuantos ejemplos para que se entienda bien el concepto de reducir. Básicamente se podría dividir en tres subcategorías básicas, todas ellas reducen la contaminación, y, además, la reducción de materiales también reduce el consumo de agua y electricidad:



Reducción de materiales

  • No pedir bolsas para cualquier tontería que compres, por ejemplo, si vas al supermercado a comprar un paquete de galletas no hace falta que compres una bolsa ya que puedes llevarlo en la mano, tampoco hace falta comprar bolsa para productos que tienen una asa incorporada como es el caso de los paquetes de papel higiénico.
  • Evitar los alimentos excesivamente empaquetados.

Reducción de agua
  • Cerrar el grifo cuando no lo estés utilizando como cuando estás limpiándote los dientes o enjabonándote en la ducha. También habría que evitar darse baños porque consumen mucha más agua.
  • Arreglar los grifos que gotean y cerrarlos bien.

Reducción de electricidad
  • Usar más los juegos de mesa en contra de aparatos electrónicos.
  • Apagar todas las luces y aparatos eléctricos que no estés utilizando.



Hay muchos ejemplos más con los que se podría aplicar la R de reducir a nuestra vida, pero hacer una recopilación completa de ellos sería interminable, así que ampliaré este contenido en próximos posts. Espero que, después de leer estos ejemplos, se os ocurran que cosas más se podrían hacer para reducir tu consumo en casa.

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