La tercera "R": Reciclar

Reciclar es la última "R" de la conocida regla. Consiste en convertir objetos que aparentemente han dejado de ser útiles en nuevos productos. Por ejemplo, abres una lata y crees ya está utilizada y la tiras a la basura, pero no, puede seguir usándose, para ello no tienes más que llevarla a un lugar especializado en el que la limpian, la funden y la vuelven a convertir en una lata, unos cuantos tornillos o incluso parte del fuselaje de un avión.

Reciclar ahorra muchas cosas: materias primas (árboles, minerales, petróleo...), agua, electricidad y, por todo lo anterior, dinero. Pero no ahorra un poco, ahorra un montón, como se ve en esta imagen:

Aunque no lo parezca, reutilizar y reciclar son casi lo mismo, la única diferencia es que cuando reciclas llevas los objetos a un lugar especializado; excepto cuando reciclas materia orgánica, en cuyo caso eres tú quien composta ese material y lo convierte en abono, y cuando reutilizas eres tú el que adapta esos objetos a su nuevo uso. Para reciclar hay que llevar los envases y el papel y cartón a un contenedor de reciclaje y los objetos más grandes se tienen que llevar a tu punto limpio más cercano.

Contenedor amarillo: envases de plástico,metal y briks.
Contenedor azul: papel y cartón.
Contenedor verde: vidrio y, en algunos casos, pilas.

También se puede reciclar aceite usado, altamente contaminante.

Y en los "puntos limpios" se echan los aparatos más grandes,
desde aparatos electrónicos hasta muebles.

El reciclaje es la menos simple de las "R". Consta de varias etapas:

1. Recuperación. Consiste en la recolección y recolección de los residuos hasta la siguiente etapa.
2. Plantas de transferencia. Es una etapa opcional, aquí se mezclan los residuos para realizar transportes mayores y más baratos.
3. Plantas de clasificación. En ellas se agrupan los residuos por tipos (aluminio, acero, PVC, brik, residuos, papel...).
4. Reciclador final. Finalmente se reciclan los materiales, se echan al vertedero o se usan para producir energía.